Cualquiera que va respirando muerte… es un grupo de poemas de extensión y temática variada, en los que la introspección y el erotismo pudieran resultar una constante.
Qué nos sucederá si llegamos a aceptar la propuesta de tocar para conocer que Sheherazade Bigdalí expone en su primer poema, si más adelante sus palabras nos ofrecen compartir «en amoroso pago… la sal que haya quedado de [su] paso en otros tiempos otros cuerpos y otros mares».