[...] La incursión de Diego Rivera en la acuarela data de 1898, cuando era estudiante en la antigua Escuela Nacional de Bellas Artes. Ahí, el joven artista recibió una amplia instrucción en técnicas pictóricas; dentro de ellas, la acuarela se distingue por la exigencia de destreza para alcanzar el efecto de transparencia de los pigmentos y supera la dificultad que presenta para corregir o disimular los errores. A juicio de algunos, estas singularidades de la acuarela ponen a prueba el oficio de un verdadero pintor [...]