«Traía toda la lluvia en la mirada, caminaba, con los astros pendientes de sus pasos, con ese olor que tiene mayo, iba alumbrando, como un día que no se acaba.»
Con El epitafio del Vampiro, como se ve, Pedro Vázquez Nieto vuelve a abrir el dique de ese caudal sereno que es su poesía. En este conjunto de trabajos Vázquez Nieto refleja sus facetas diversas, gratas todas, y su pasión por el verso.