Cómo puede haber tantas ideas en tan pocas palabras –y escritas con minúsculas–, Juan José Macías, el autor de Expansión de las cosas infinitas, nos dice: «escribo para que el mundo se sostenga / para descargar a las palabras / del agobiante peso del sentido». Son ideas que el pensamiento de quien las lee masculla, las vuelve a leer y ya son otras, o suman, se siente uno que lo vuelven otro, que en ellas se reconoce. Creamos las palabras para acercarnos (a) las cosas, y justo en ese momento descubrimos nuevas, y empleamos las comillas y las cursivas para arriesgar un sentido distinto, nuevo, pero «todo se mueve aun en las palabras / ni siquiera el sentido / se fija en la escritura».