La idea de escribir esta novela surgió en el autor a partir de una experiencia que tuvo cuando acudió como médico de la Secretaría de Salud al desalojo de un anexo para alcohólicos y enfermos mentales, donde conoció a una niña de 10 años, quien, abandonada por su madre, fue encerrada en un cuarto sin luz y alimentada a través de una rendija.
Feralis consta de nueve capítulos a través de los cuales se entrelazan las historias, relacionadas con el síndrome de Kaspar Hauser y los orates. El Farmacéutico, punto de confluencia, será el personaje que nos lleve de la mano a través del desarrollo de la vertiginosa trama que caracteriza esta obra.