"Las bibliotecas siempre me han parecido lóbregas, tristes, y hasta solitarias. Me pregunto ¿qué siente un libro, perdido entre otros libros? Viviendo del polvo y la oscuridad en el librero, apretado entre otros más populares, ¿cuándo fue la última vez que la mirada de alguien recorrió sus párrafos?
Para algunos es posible sentir el abandono que sus letras sienten, y desde luego, siendo letras, les gusta sentirse leídas, escuchadas; están dentro de un libro con un propósito. Y vuelvo a cuestionarme, ¿qué pasaría cuando no son apreciadas?"