“[…] Siendo Muench un pianista excepcional desdeño la vida del virtuoso que invierte la mayor parte del día en la gimnasia de los dedos […]. Entre los connotados poetas, escritores y artistas que Muench frecuentó, es el escritor norteamericano Henry Miller quien, durante la estancia de Vera y Gerhart en Big Sur- , nos deja en su libro Big Sur y las naranjas de Jerónimo Bosch un vívido testimonio de estos aspectos del músico, Miller relata: El más espectacular entre todos, y el genio indiscutible, era Gerhart Muench, de Dresde. No puede colocarse a Gerhart en ninguna categoría. Como pianista es único, fenomenal, Es también compositor y por añadidura fino, letrado y erudito hasta la punta de los dedos. Si no hubiera hecho nada más que interpretarnos a Scriabin- e hizo infinitamente más, aunque vanamente-, le habría valido el reconocimiento eterno de todos los habitantes del Big Sur[…]”. Fragmento.
Gloria Carmona