En este libro encontraremos los sinuosos caminos recorridos por los franciscanos para asentarse en la ciudad de Guanajuato y la construcción del templo conventual de San Pedro de Alcántara.
Los episodios bíblicos que se transmiten mediante los metódicos programas iconográficos van desde la portada, atribuida a Francisco Pedro Bruno de Ureña, a las pechinas del crucero, donde se muestran escenas que vinculan la corporación franciscana y dominica, así como la imagen del Santo Cristo de Burgos, y una más, los ciclos iconográficos al interior de la capilla de la Purísima Concepción.
«la recuperación de las propuestas, significados, sentidos y usos de San Diego […] nos permiten […] revitalizar lo que fuimos, somos y seremos»..