Simbolismo. En el transporte ideal del sueño y el ensueño a través del tiempo, lo circunstancial que al devenir acompaña. Los orígenes, el diseño, las manos que llevaron a los ojos a construir primero entre los sueños y luego entre las realidades palpando.
Diversas circunstancias sociales ocurridas, pero ninguna escala de tiempo que irrumpiera la construcción que dibuja los entornos de la gente; en donde los cimientos se vuelven los cómplices primeros de esos ápices.
El Palacio Legislativo, construido e inaugurado en 1903, es uno de los monumentos más importantes y representativos de la ciudad. Proporciones, ubicación, carácter, aunados a la armonía y el ritmo que le hacen similar al Teatro Juárez, el Mercado Hidalgo u otros edificios que conforman el contorno temporal y mágico en Guanajuato a través del tiempo.
En donde nos dejan vestigios, pasos andados por otros, referencias, conciencia en el vivir en lo que se ha construido y nos ha construido, a lo cual, diría John Ruskin, «Del respeto al porvenir toman las acciones humanas toda su gracia, todo su honor, todo su esplendor […] Al construir pues, propongámonos construir para siempre».